En Madrid hay muy buenos caldos y prueba de ello es la gran variedad de vinos que se ofrecen en las cartas de las enotecas. En esta ocasión nos vamos de vinos a Navalcarnero y San Martín de Valdeiglesias, dos de las subzonas que forman parte de la Denominación de Origen Vinos de Madrid.
La subzona de Navalcarnero es una zona muy llana, cortada de norte a sur por el río Guadarrama y en su extremo oeste por el río Perales, afluente del Alberche. Los viñedos se encuentran sobre suelos de origen sedimentario, en zonas de campiña y de vega. Navalcarnero se podía recorrer a través de sus cuevas del vino, y una de ellas es testigo de la leyenda del beso, protagonizada por Felipe IV tras su boda con su sobrina Doña Mariana de Austria en 1649 en esta localidad. Visitamos la bodega Muñoz Martín, fundada en 1932, que instaló los primeros depósitos metálicos de la Comunidad, para que el vino y el hollejo estuvieran más tiempo en contacto. Y disfrutamos de la Fiesta de la vendimia.
La subzona de San Martín de Valdeiglesias la cruza el río Alberche en dirección sureste. La proximidad al Sistema Central le confiere un relieve accidentado, que sirve de barrera ante los vientos fríos del norte, lo que va a permitir un régimen de temperaturas más templado y mucho más húmedo. Es un paisaje con dehesas, montes y pinares, y aquí los viñedos se asientan en laderas, piedemontes y aluviones.
Cervantes era conocido como "la nariz del Siglo de Oro" y tenía a los blancos de San Martín entre sus preferidos. Descubrimos las variedades más luminosas de uvas y el sombrero del vino en la bodega de Comando G y sus originales vinos en Cadalso de los Vidrios. Paseamos por el viñedo ecológico de las bodegas Luis Saavedra en Cenicientos, donde además de vid, hay higueras y olivos donde las plantas protegen a las plantas.