Conocemos los rasgos de la cabra de la Sierra de Guadarrama, una raza autóctona en peligro de extinción

  • La producción de leche de este animal es especialmente apreciada en la quesería artesanal local
Foto: TELEMADRID |Vídeo: Telemadrid

En plena Sierra de Madrid, en el municipio de Aldea del Fresno, se cría una de las joyas ganaderas más desconocidas y amenazadas del país: la cabra de Guadarrama, una raza autóctona protegida que lucha contra la extinción.

“Es una raza de la Comunidad de Madrid y también de zonas de Castilla y León, Ávila y una parte de Toledo”, explica Javier Garnacho, ganadero y quesero de la zona. “Quedan muy pocas, pero es un animal extraordinario tanto para la producción de cabritos como de leche”.

El aspecto físico de estas cabras las hace fácilmente reconocibles: de pelaje largo, oscuro o castaño, a menudo con dos franjas que recorren la cara desde los ojos hasta el hocico. Algunas lucen perilla y otras presentan las llamadas “mamelas”, pequeños colgantes de piel bajo el cuello que, aunque no tienen función, les dan un aire peculiar.

El mejor queso de Madrid está en Aldea del Fresno
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La alimentación se basa en cereales y pastos de la zona, aunque también muestran predilección por la encina.

La producción de leche de la cabra de Guadarrama es especialmente apreciada en la quesería artesanal local, donde se elaboran productos que ponen en valor la tradición ganadera. Javier Garnacho ha conseguido hacer con ella el "queso de perla", el mejor queso de la Comunidad de Madrid en 2025.

A pesar de su adaptación perfecta al terreno y de la calidad de sus productos, la cabra de Guadarrama sigue siendo una especie en peligro. “Es una raza que tenemos que proteger y por la que hay que apostar”, insiste Javier.

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