Augusto Fernández Avilés nos recibe en la Fundación Meirat, una institución dedicada a preservar la tradición del papel hecho a mano. Con su eslogan “El papel hecho a mano” y más de cinco décadas de actividad, desde su fundación en 1974, este espacio se ha convertido en un referente del patrimonio papelero en España.
Durante nuestra visita, Augusto nos guía a través de la historia del papel en el país, cuyos orígenes se remontan al siglo XIV. En el valle del Lozoya, esta tradición ha sido cuidadosamente reconstruida, con especial protagonismo del Monasterio de El Paular, una joya arquitectónica y turística que perteneció a la orden de los cartujos hasta 1836.
Gracias al conocimiento que los cartujos tenían sobre la fabricación del papel y la imprenta, se instaló en la zona un molino papelero. Este molino tuvo un papel clave en la producción de importantes obras impresas, entre ellas, la primera edición de El Quijote de Miguel de Cervantes. Aún se conserva en el monasterio el llamado “libro becerro”, considerado el primer registro contable del monasterio, donde se anotaban compras y ventas.
En aquella época, el papel se elaboraba a partir de trapos viejos. Estos eran recogidos en carros, a menudo ya secos o en proceso de secado, y luego transformados en nuevas hojas de papel que eran distribuidas a ciudades como Viena, Segovia o Madrid.
Hoy en día, en la Fundación Meirat, el proceso artesanal sigue vigente. El papel llega en forma de pasta de lino desde una fábrica en Tortosa. Esta pasta se mezcla con agua en una proporción precisa y constante, dando lugar a una pulpa que se dosifica cuidadosamente para comenzar la elaboración manual de las hojas.
La mezcla se vierte en una cubeta con agua. Al levantarla, el líquido escurre y deja sobre el tamiz la capa de fibra que formará la hoja. Una vez se acumulan entre 20 y 40 hojas, se prensan en una prensa hidráulica. Finalmente, el secado se realiza al aire, como se hacía siglos atrás.
Así, entre historia, tradición y técnica, la Fundación Meirat mantiene viva la memoria de un oficio artesanal que fue clave en la difusión del conocimiento en Europa.