En el Hospital Universitario La Paz se está profundizando en la insensibilidad congénita al dolor, una enfermedad poco común que impide a quienes la padecen sentir dolor físico. Aunque a primera vista pueda parecer una ventaja, esta condición supone un riesgo grave, ya que el dolor es una señal vital de alerta ante lesiones o problemas de salud.
Javier de Andrés, jefe de la Unidad del Dolor, explica que los pacientes afectados tampoco perciben ciertos estímulos como la presión o la temperatura, debido a una alteración en los nervios receptores que bloquea la transmisión de señales de dolor al cerebro.
El doctor de Andrés detalla en Madrid mejora tu vida cómo se diagnostica la enfermedad en la Unidad del Dolor de La Paz y describe los síntomas típicos, así como su prevalencia en la población. Además, el especialista ofrece información sobre los tratamientos disponibles, que buscan compensar la falta de sensibilidad y prevenir lesiones graves. La insensibilidad congénita al dolor es un claro ejemplo de cómo una característica que podría parecer ventajosa puede convertirse en un desafío médico y social de primer orden.