En el Corredor del Henares se encuentra un castillo poco conocido: el Castillo de Aldovea, declarado Bien de Interés Cultural en 1949.
Concebido originalmente como fortaleza defensiva, con el tiempo se transformó en castillo-palacio y, más tarde, en una Casa de Campo destinada al descanso y la caza.
En la actualidad, este singular conjunto arquitectónico es el escenario elegido por muchas parejas para celebrar su boda.
Otros prefieren descubrirlo gracias a la iniciativa Bienvenidos a Palacio, que abre las puertas de esta joya histórica al público.