Con la llegada de septiembre, muchas personas deciden dar un giro a su estilo de vida tras los excesos del verano. Es habitual que esta motivación se traduzca en dietas demasiado estrictas que, lejos de aportar beneficios, terminan provocando ansiedad, frustración y hábitos poco saludables. La presión por “compensar” rápidamente puede llevar a restricciones difíciles de sostener y a un efecto rebote en pocas semanas.
¿Qué debemos hacer?
Para evitar caer en esos errores, Sonia Lucena, experta nutricionista de Madrid Mejora tu Vida, recomienda un enfoque más realista y progresivo. “Cambios poco a poco”, subraya la especialista, insistiendo en la importancia de dar tiempo al cuerpo para adaptarse. Un ejemplo claro lo encontramos en el descanso: si alguien está acostumbrado a trasnochar, no puede esperar dormirse a las diez de la noche de un día para otro.
“Con la alimentación igual”, explica Lucena, defendiendo que pequeños ajustes sostenidos son la clave para consolidar una rutina saludable sin pasar hambre ni generar ansiedad.