En el norte de Madrid, oculto bajo el asfalto, reposa un lugar que congregó a miles de madrileños. El antiguo Hipódromo de la Castellana. El centro social por excelencia de aquel Madrid de Alfonso XII y Alfonso XIII.
Se inauguró para celebrar la boda de aquellos pobrecicos Alfonso XII y María de las Mercedes. Nada menos que 60 000 madrileños asistieron a la inauguración. En aquella época no había tele, ni radio ni internet. Los
madrileños encontraron aquí un buen lugar donde pasar las tardes de primavera y verano.
¡El mismísimo Real Madrid jugó aquí sus partidos hasta 1912! Luego se trasladó al también desparecido Estadio de O’Donnell. Aquí en la Castellana se vieron las caras por primera vez el Madrid y el Barça. ¡El primer Clásico de la historia! No se imaginaban que algún día el mundo se paralizaría para ver ese partido.
