Pedro Escartín, el árbitro español que enfadó al Papa Pío XII

Pedro Escartín fue un gran árbitro internacional con una prestigiosa carrera. Jugador, árbitro, miembro de la FIFA, entrenador, seleccionador nacional y periodista. A pesar de haber hecho todo lo que se puede hacer en el fútbol, no le suena a casi nadie.

El último partido que arbitró fue un Italia-Inglaterra en 1948, un amistoso que se jugaba en Roma. Italia perdió 0-4. Pedro Escartín tuvo parte de culpa: anuló dos goles a Italia. Un pecado arbitral que casi le costó la excomunión. El enfado de los italianos fue recio. Incluyendo al italiano más influyente: el Papa Pío XII. El pontífice era un amante del deporte. Tras el partido, Escartín acudió al Vaticano. El Papa le echó una bronca monumental (y divina):

- ¿Así que usted es quien nos ha anulado dos goles?

- Sí, Santidad, pero fueron justamente anulados.

- ¡Paparruchas!- dijo Pío XII.

El Papa tenía claro que el árbitro había perjudicado a la selección italiana y, ¡atención!, le dejó ahí, de rodillas, castigado durante el resto de la audiencia. Por ahora ha sido la mayor sanción que un árbitro ha recibido en su vida.

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