Tras la pista 07.12.2017

LA VÍCTIMA DE LA MANADA

Analizamos el día a día de “La Manada” en la cárcel a la espera de la sentencia. Además comentamos las preguntas de la defensa a la víctima.

Un juez le preguntó que manifestación hizo para que los acusados supiesen que estaba en situación de shock. La chica contestó al juez que estaba sometida, con los ojos cerrados, sin hacer ni decir nada. “Les denuncié porque habían cometido un delito, porque hicieron algo que yo no quería”.

La joven aseguró ante el tribunal que los acusados y ella no hablaron de sexo. La chica no recuerda haber dicho, ni en broma, que pudiera tener relaciones igual con dos que con cinco.

“Estaba totalmente en shock, no sabía qué hacer, quería que todo pasara rápido y cerré los ojos para no enterarme de nada”.

La joven aseguró ante el Tribunal que nunca dijo que podría mantener relaciones con los cinco. La chica asegura que la agarraron de las muñecas para meterla en el portal donde sucedieron los hechos. “No pedí auxilio ni nada porque no pensé que iba a pasar lo que luego sucedió”.

En su declaración, la joven repitió que en ningún momento consintió lo que estaba ocurriendo

VIOLACIÓN POR HIPNOSIS

Acusan a un hombre de hipnotizar a varias mujeres para violarlas y prostituir a una de ellas.

Le llaman “el hipnólogo del amor” y se enfrenta a una pena de 19 años de cárcel. “Yo no sé si era hipnosis o no, pero él tenía el control absoluto de mí”, dice una de las víctimas.

Una de las víctimas, la prostituida, entregó al acusado 20.000 euros “para darlos a los ángeles”.

El acusado dice que hacía “visualizaciones” con la madre de una de las víctimas para practicar inglés.

EL OTRO CRIMEN DE LOS SANFERMINES. NAGORE

Piden revisar la ley ante casos como el del homicida de Nagore, que ya se encuentra en libertad. Quieren que se revisen las leyes que regulan los antecedentes penales de los profesionales médicos. “¿Pondría su vida bajo el cuidado de un condenado por asesinar a una joven?”, se preguntan.

El hombre que mató a Nagore se inscribió en el Colegio de Médicos de Madrid el 17 de julio. El asesino de Nagore y su jefe se conocieron en Pamplona, cuando ambos hacían el MIR.

El amigo y jefe del asesino de Nagore le ha contratado para que pudiera conseguir el tercer grado. El doctor Carlos Chiclana y Diego Yllanes ya se conocían antes del asesinato de Nagore. En la clínica del doctor Chiclana existen las dos especialidades que el homicida ha estudiado.

El hombre que mató a Nagore está libre y trabaja en una clínica como investigador de psiquiatría. Nagore se negó a mantener relaciones íntimas con Yllanes y él perdió la cabeza y la mató.

Nagore fue golpeada y brutalmente estrangulada. Luego el asesino le seccionó el dedo. Las redes sociales han ardido al hacerse eco de la contratación en la clínica de psiquiatría.

LA ESTRATEGIA DE ROSA, LA GUARDIA URBANA

Aunque apenas la conocía, se desahogó con una ex del muerto: “Tendría que haber pena de muerte”. Al parecer, mostró una indignación sobreactuada en los días posteriores al asesinato. Sugería que miraran las pestañas de Albert, quemadas al incinerar el cadáver. Todos sus comentarios apuntaban en la misma dirección: poner en el foco a su amante, Albert.

Albert dice que llegó a las tres de la mañana a casa de Rosa y que el crimen ya había sucedido. Según la versión del detenido, Rosa le llamó para que le ayudara a esconder el cadáver del marido. Albert dice que Rosa se derrumbó y le pidió entre lágrimas que no le denunciara por el asesinato. Rosa, según Albert, le presionó con que si la delataba, las niñas se quedarían sin poder verla. Albert asegura que está arrepentido de no denunciar ese día lo que vio y lo que le contó Rosa.

El detenido dice que lo hizo todo porque Rosa le dio pena, aunque ahora dice que está arrepentido de ello. Albert afirma que las niñas de Rosa contaron que vieron a su madre con la ropa manchada de sangre. La versión de Rosa es radicalmente contraria: ella afirma que fue Albert quien mató a Pedro.

EN LA LÍNEA DE FUEGO

Un agente de Policía cuenta la realidad de los enfrentamientos armados con los delincuentes. Los agentes se juegan la vida y a veces la pierden, como el compañero de este policía. Ernesto Pérez quedó malherido tras un enfrentamiento con traficantes de droga.

EL MATAVIEJAS DE SANTANDER

Educado, respetuoso, atractivo… Rodríguez Vega violó y asesinó brutalmente a 16 ancianas. Las víctimas de Rodríguez Vega, a las que mató de forma brutal, tenían entre 61 y 90 años. El asesino de ancianas murió a manos de otro interno en el patio de la prisión de Topas (Salamanca).

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