Con la proximidad de la noche de Halloween, los expertos ópticos elevan una alerta sobre un accesorio que se ha vuelto enormemente popular en los últimos años: las lentillas cosméticas.
Adquirirlas en lugares no autorizados, como puestos callejeros o tiendas online sin regulación, conlleva riesgos graves para la salud ocular que pueden derivar en infecciones, úlceras e incluso pérdida de visión.
Frente a esta amenaza, la recomendación de los profesionales es clara y contundente. La única forma segura de utilizar estas lentillas es comprándolas en una óptica de confianza, por ser un establecimiento sanitario.
Allí, el profesional no solo garantiza la calidad del producto, sino que además asesora sobre su correcto uso y determina si las lentillas son adecuadas para el usuario.
Para aquellos que buscan completar su disfraz de forma segura, establecimientos como el centro óptico Cione ofrecen una amplia variedad de opciones. Su catálogo incluye diseños tipo zombi y lentillas de colores como amarillo, rojo o blanco, ideales para crear el efecto deseado.
En cuanto a la duración, disponen de dos formatos principales. Las lentillas de un solo uso, diseñadas para un máximo de ocho horas, son perfectas para la noche de Halloween. Para quienes necesiten un uso más prolongado, también existen lentillas mensuales. Un beneficio adicional es que este tipo de lentillas cosméticas de calidad también pueden graduarse para quienes necesiten corrección visual.
Sobre la colocación, los ópticos aconsejan una técnica simple para facilitar el proceso. Recomiendan sujetar el párpado con la mano contraria a la que sostiene la lentilla para inmovilizarlo y así lograr una adaptación más fácil y rápida.
La conclusión es que, para disfrutar de una celebración de Halloween sin sustos reales, la prioridad debe ser la seguridad. Invertir en lentillas seguras, adquiridas en un establecimiento autorizado y bajo supervisión profesional, es la única manera de garantizar que el único miedo de la noche sea el que provoque el disfraz.