Todos hemos escuchado alguna vez eso de que “no se debe reutilizar las botellas de plástico” pero todos lo hemos hecho incluso más veces de las que deberíamos.
Estas alertas se basan en dos hechos: en la contaminación bacteriana y en los daños que puede producir el deterioro del plástico PET usado en el envase.
Si reutilizamos durante una semana la misma botella, las múltiples colonias de bacterias que puede contener el líquido con el que la rellenemos puede ser el mayor problema, pero también las sustancias químicas que haya podido liberar el plástico.
Treadmill Reviews, una página en la que se dedican a probar productos para comprobar que pueden ser utilizados sin riesgo alguno, analizó hasta 12 botellas de agua elaboradas con plástico. Todas ellas habían sido utilizadas por un atleta a lo largo de toda una semana. Los resultados fueron sorprendentes. Se encontraron con hasta 900.000 bacterias.
En Está pasando nos lo explica nuestro especialista Céspedes.