Eso no se pregunta: Enganchados a la Red

Actualmente el uso de Internet está muy generalizado y es prácticamente imposible trabajar o estudiar sin utilizarlo para promocionar los productos, conseguir más clientes o buscar información para un proyecto universitario.

El ocio también ha cambiado hoy en día y cada vez son más los jóvenes que prefieren jugar en línea antes que hacer actividades al aire libre con sus amigos.

Sin embargo, es importante aprender a utilizarlo con cabeza.

En este programa hablamos con personas que han sabido usarlo racionalmente y también con otros que han necesitado un tratamiento para aprender a utilizarlo.

La adicción a Internet está reconocida por la OMS como un desorden de salud mental y se incluyó en la Clasificación Internacional de Enfermedades

Dani, Jonás, Christian, Rosa, Berta, Bru, Miguel y Marcos son nuestros protagonistas y responderán a todas las cuestiones para romper con los tabús y estereotipos.

¿Cuántas horas dedicas al día a navegar?, ¿Internet afecta a tus relaciones sociales?, ¿Te preocupa perder tu privacidad?

Eso no se pregunta
¿Te preocupa perder tu privacidad?
“Mi privacidad está perdida ya. Yo asumo que mi privacidad ya no existe”
Dani es youtuber y tiene 22 años. Hizo un experimento en el que estuvo 30 días sin smartphone y se dio cuenta de la cantidad de tiempo que gastamos en la red, con lo que aprendió una manera responsable de usarlo para trabajar y para su vida diaria.

Eso no se pregunta
¿Cuántas horas dedicas al día a navegar?
“Desde que me levanto le pido a Siri que encienda las luces, me limpio la cara con un limpiador ultrasónico, y preparo el café directamente desde el teléfono”
Jonás tiene 43 años y vive rodeado de nuevas tecnologías. Tiene un hogar inteligente y más de 30 aparatos que facilitan su vida: televisión inteligente, robots, último modelo de Thermomix, masajeadores, robots estéticos, luces inteligentes... Estudió informática y trabaja ayudando a la gente a organizar su vida tecnológica.

Eso no se pregunta
¿Qué has ganado con el uso de Internet?
Rosa: “ He ganado la ilusión de que me paran por la calle, hasta los críos… Dicen, la abuela famosa. ”
Christian tiene 28 años y su abuela Rosa 79. Es la abuela más seguida de España y han conquistado a medio mundo en Tik Tok, donde tienen más de 3 millones de seguidores. En la red social la abuela sigue los retos propuestos por la aplicación y por su nieto.

Eso no se pregunta
¿Internet afecta a tus relaciones sociales?
“No nos damos cuenta de la de tiempo que perdemos sentados en el sofá, navegando y viendo cosas que al final nos impiden vivir”
Berta tiene 32 años. Era influencer y cerró su cuenta de Instagram cuando tenía 95.000 seguidores. En su libro “Mi nombre es Greta Godoy” nos cuenta su desintoxicación digital. Asegura que haciendo un buen uso de las redes sociales ha ganado sobre todo tiempo para vivir más pausadamente.

Eso no se pregunta
¿Saben los padres lo que sus hijos pueden ver en Internet?
“Yo empecé a ver pornografía en Internet a los 10 años por simple curiosidad, como muchísimos niños, la gran mayoría”
Durante 10 años, Bru ha sido adicto al porno online. “Es un problema grave de Internet porque los padres no son conscientes que sus hijos con 8 o 10 años pueden acceder de manera muy fácil a contenido para adultos”. Con 21 años ya ha vencido su problema y ahora ayuda a todo aquél que esté pasando por lo mismo.

¿Eres capaz de salir a la calle sin móvil?
“No, no soy capaz”
Miguel es uoutuber de contenidos tecnológicos. A sus 31 años, Internet le ha ofrecido la oportunidad de hacer de su afición su profesión y nos cuenta allí las últimas novedades de apps, trucos, consejos… todo relacionado con la tecnología. /div>

Eso no se pregunta
¿Cree que tienes un problema de adicción?
“Tengo un problema que soy adicto a los videojuegos. Mi vida se vuelve ingobernable si juego y al final me lleva a un punto que no me conozco”
Marcos ha vivido un verdadero infierno por su adicción a los videojuegos. A sus 35 años lleva cuatro de tratamiento para lograr vencer su problema que le llevó a perder un trabajo y una pareja “podía llegar a dormir un día sí y un día no por poder jugar más”.

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