No son pocos los que opinan que la vida en el pueblo es aburrida, que en un lugar así no hay nada que hacer. Y por si eso fuera poco, que es imposible ligar y “conocer” a alguien. ¿Realmente es tan difícil flirtear en estos sitios?
En la tarjeta la pregunta “¿Cómo se liga en un pueblo?”.
“En mi pueblo se liga, o se ligaba, porque yo ya no ligo, malamente”, comenta entre risas Julio, exalcalde de Batres, que recuerda que, cuando era joven, solo había unas veinte o veinticinco personas más de su misma edad, “como muchísimo”.
Para poder encontrar a alguien con quien ligar lo que hacían era “irse a las fiestas de los pueblos de alrededor a conocer a gente nueva o a chicas nuevas”. Los institutos también se convertían en los lugares en los que poder intimar, ya que en ellos se juntaban adolescentes de varios lugares.
“Yo es que me eché novia en Leganés con quince años. Y era muy formalito”, explica Mario, que se dedica a la apicultura en Estremera.
Mónica, periodista y actriz, vivía en Madrid, pero se mudó a un pequeño pueblo de Guadalajara por amor. Es por eso que reconoce que no sabe cómo se liga en el pueblo, porque como vino “por amor, yo estaba fuera del mercado”.
“A mí me ligaron. En aquella época tenían que ligar ellos, no nosotras, aunque pusiéramos un granito de nuestra parte”, dice Blanca Herrero, vecina de Colmenar de Arroyo de toda la vida y una enamorada de su pueblo.
