Tras la pista 04.12.2017

SECUESTRO EN TOLEDO. SECUESTROS EN MÉXICO

Una peligrosa banda de delincuentes tenía atado y amordazado a un joven en un local abandonado. La Guardia Civil ha detenido a los secuestradores que son dos españoles y un rumano. Los secuestradores exigieron a la familia del joven un primer pago de 45.000 euros a cambio de liberarlo. Amenazaron a la familia con acabar con la vida del joven si alertaban a las fuerzas de seguridad

Liberados dos españoles que pasaron tres días secuestrados en una cámara frigorífica. Los secuestradores exigieron un rescate de 1.350.000 euros por la liberación de los dos españoles.

“UN CHICO MUY HONRADO”. 11 DÍAS CON EL CADÁVER DE SU ABUELA.

Un joven convive 11 días con el cadáver de su abuela, cuya muerte se está investigando. En un primer momento se pensó que el joven había dejado que la abuela muriera de hambre. El cadáver de la anciana fue hallado en su dormitorio, en avanzado estado de descomposición. El joven fue detenido como presunto autor de un delito homicidio por omisión.

Sus vecinos sólo hablan cosas buenas de él, asegurando que es un “chico muy honrado”.

LA EXTRAÑA MUERTE DE LUCÍA VIVAR

Según la Guardia Civil, la niña murió al ser golpeada por un saliente de los bajos del tren. La Guardia Civil indica que el brillo de los raíles hizo pensar a la niña que era un sendero. La niña, según el informe, siguió el brillo de los raíles de forma inconsciente durante cuatro kilómetros. Los padres no están de acuerdo con esta versión y creen que a la niña se la llevaron y la mataron.

La Guardia Civil indica que la niña se cayó varias veces y se sentó sobre las vías para descansar. Después de andar cuatro kilómetros, se acurrucó entre los raíles y quedó dormida, según el informe. El forense Luis Frontela no está de acuerdo con este informe y apunta a que no fue un accidente. Según Luis Frontela, la niña ya estaba muerta en el momento en que pasó el tren.

Hoy hablamos con el criminólogo Lluis Duque, que apoya la hipótesis de Luis Frontela.

LAS CASAS DEL CRIMEN

Hoy nos damos una vuelta por las casas que alguna vez han vivido el horror en sus paredes.

La casa donde José Rabadán mató a sus padres y a su hermana estuvo más de dos años en venta. El chalet de Pioz donde Patrick Nogueira descuartizo a sus tíos y a sus sobrinos no se vende pese a la bajada de precio. Los vecinos del descuartizador de Majadahonda aseguran que nadie quiere vivir en el chalet de la trituradora. La finca de Rosario Porto se vendía, antes del asesinato de Asunta, por 1 millón de euros. Ahora nadie la compra. Nadie quiere comprar la finca de Las Quemadillas, en Córdoba, donde José Bretón calcinó a sus hijos.

EL ASESINO DE LA CATANA

José Rabadán , 17 años después del triple crimen, sabe que muchos le siguen considerando un monstruo. Lleva tatuadas tres cruces junto al corazón en recuerdo de sus padres y su hermana. Rabadán ha vuelto al lugar de los hechos y se ha reencontrado con su hermanastra. Ha confesado que estuvo a punto de suicidarse pero que una luz le indico que tenía afrontar la pena de lo que había hecho. José Rabadán no sabe cómo, el día de mañana, explicara a su hija lo sucedido. José Rabadán mató a sus padres y a su hermana. Ahora está casado y tiene una hija. José Rabadán ha descubierto su imagen y ha hablado para un documental de televisión. “Yo no tenía la intención. Fue mi cuerpo. La espada bajó sola”, asegura Rabadán en el documental. Rabadán ha accedido a hablar en televisión para demostrar “que la rehabilitación es posible”.

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