Madrid cambia y con él su transporte público. El Metro de Madrid afronta uno de los mayores procesos de transformación de su historia, con ampliaciones estratégicas, nuevas estaciones y grandes obras que marcarán la red del suburbano de cara a 2026.
Uno de los proyectos más destacados es la ampliación de la Línea 5, que conectará Alameda de Osuna con el aeropuerto, facilitando el acceso directo a las terminales T1, T2 y T3, en una actuación largamente demandada por los usuarios.
También avanza la ampliación de la Línea 11, llamada a convertirse en la gran diagonal de Madrid. Desde Plaza Elíptica se podrá llegar directamente al nuevo intercambiador de Conde de Casal, con dos nuevas estaciones, Comillas y Madrid Río. Además, la línea se extenderá en el futuro hasta Valdebebas, uno de los principales núcleos de expansión de la capital. Las obras ya están en marcha en los tramos entre Plaza Elíptica y Conde de Casal y entre La Fortuna y Cuatro Vientos, con finalización prevista en 2026.
Las inversiones también alcanzan a otros barrios en crecimiento. La Línea 9 sumará una nueva estación para dar servicio a Los Berrocales y Los Ahijones, mientras que la Línea 10 llegará a Campamento, dentro del desarrollo de la operación urbanística prevista en la zona. A ello se añade el futuro diseño del suburbano para Madrid Nuevo Norte, que ampliará aún más la red.
Dentro del Madrid ya consolidado, el Metro avanza en la automatización de la Línea 6, la más utilizada, y en la mejora de grandes nodos de transporte como el intercambiador de Conde de Casal. Todo ello se suma a un ambicioso plan para mejorar la accesibilidad de las estaciones.
Con casi 300 kilómetros de red, el Metro de Madrid sigue siendo la columna vertebral de la movilidad en la región. Un esfuerzo inversor de gran envergadura que está transformando el suburbano para adaptarlo a una ciudad en crecimiento y mejorar los desplazamientos diarios de millones de viajeros.