Los trabajos de restauración del Palacio del Infante Don Luís, en Boadilla del Monte, han dejado al descubierto unas pinturas al fresco, desconocidas en una de las habitaciones de la condesa de Chinchón, protagonista de uno de los retratos más conocidos de Goya.
Miguel Ángel García, coordinador de Patrimonio del Ayuntamiento de Boadilla explica que “es un techo pintado al fresco simulando un trampantojo de un cielo que está, realizado con una técnica magnifíca, en un estado de conservación perfecto”.
De hecho, recuerda a la decoración de yeserías de la capilla del Palacio, cuyo autor es el arquitecto Ventura Rodríguez y en la que se encuentra el sepulcro de la Condesa
Además se cree que estos frescos fueron pintados después del incendio que afectó a este palacio en el año 1796 y fueron cubiertos a mediados del siglo XX, cuando era una colegio para niños huérfanos. “Ha aparecido en una de las zonas que se destinó a los aseos de las niñas”, asegura Miguel Ángel García.
En la rehabilitación también se ha encontrado en una puerta contigua un periódico que corresponde al año 1944, lo que ayuda a saber, en concreto cuando se pudo realizar la anterior reforma.