Las uvas son el tercer alimento que más asfixias provoca en menores de 5 años

  • Desde SAMUR nos enseñan qué hacer ante un atragantamiento en niños, lactantes, adultos o si estamos solos
Foto: Madrid Directo |Vídeo: Telemadrid

Las uvas son el tercer alimento que más asfixias provoca en niños menores de cinco años, por detrás de las salchichas y los caramelos, según la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza Cuello (SEORL-CCC).

Esta fruta comparte con las salchichas la característica de ser un alimento blando con una piel suave y algo flexible y con los caramelos su forma perfecta para quedarse encajada en la garganta de los más pequeños.

Desde la base central de SAMUR nos enseñan cómo debemos actuar ante un atragantamiento en niños, lactantes, adultos o en el caso de estar solos o si nadie sabe qué hacer.

¿Qué debemos hacer ante un atragantamiento en un adulto?

Según las recomendaciones del Consejo Europeo de Resucitación, se deben realizar las siguientes acciones para solucionar la obstrucción y que la persona vuelva a respirar:

  • Golpes intraescapulares. Debemos colocarle una mano en el pecho, agacharlo para aprovechar el efecto de la gravedad y golpearle hasta cinco veces entre las escápulas de forma enérgica con dirección hacia la nuca, como intentando llevar el objeto hacia la boca.
  • Compresiones abdominales o maniobra de Heimlich. Si no ha salido el alimento debemos realizar hasta cinco compresiones abdominales. Esta maniobra se conoce como Heimlich en honor al médico estadounidense que la inventó en 1974. Con la compresión abdominal se consigue que el diafragma se contraiga generando gran presión de aire que empuja el objeto, recreando el mismo efecto que la tos.
  • Dato curioso. El Doctor Heimlich realizó esta maniobra por primera vez en un caso real en 2016 cuando tenía 96 años de edad y salvó a una compañera de 87 años. Heimlich falleció a los pocos meses a causa de un infarto.

¿Qué debemos hacer ante un atragantamiento en niños?

Las recomendaciones internacionales diferencian las maniobras de actuación según la edad del niño:

  • Entre 1 y 8 años. Debemos actuar igual, pero colocándonos de rodillas o subiendo al niño en una silla o una mesa y ejerciendo menos fuerza. Si alguna vez la realizamos es recomendable llevar al pequeño al hospital para que le hagan una revisión.
  • Mayores de 8 años. Se procede como en un adulto, pero controlando la fuerza que ejercemos.

¿Cómo debemos actuar con menores de un año o lactantes?

También se dan cinco palmadas interescapulares, pero no se hacen con compresiones abdominales, ya que las posibles lesiones ocasionadas serían incompatibles con la vida.

En este caso, tras las cinco palmadas interescapulares, debemos mirar la boca del bebé para ver si se observa el objeto y, si es fácilmente accesible, cogerlo y sacarlo. Si no ha salido, se recomienda hacer cinco compresiones torácicas con dos dedos como si fuera un masaje cardíaco, pero empujando hacia adentro y hacia la boca.

Si el peso del niño lo permite, hacemos las maniobras con él apoyado en un brazo y siempre controlando la cabeza con la mano. Si no podemos, nos apoyamos en una pierna.

¿Qué debemos hacer si estamos solos?

La maniobra de Heimlich nos la podemos hacer nosotros mismos si nos encontramos solos o si nadie sabe cómo actuar. Debemos colocar las manos igual que si se lo fuéramos a hacer a otra persona y presionar echando todo el peso de nuestro cuerpo sobre el respaldo de una silla.

Otras maniobras…

Existen otras maniobras no refutadas por especialistas, pero que, en caso de necesidad, se pueden intentar:

  • Podemos saltar de espaldas contra una pared y así simular los golpes interescapulares.
  • También podemos colocarnos de rodillas con las manos apoyadas en el suelo y dejar caer el pecho contra el suelo. Así se genera presión interna en los pulmones y el objeto es empujado.

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