Es la más fina, la más mantecosa y el matrimonio perfecto del marisco: conocemos a fondo los secretos de la verdina. Y, por eso, nuestra compañera Estefanía Masó ha ido al Restaurante Ferreiro, que ya lleva más de cuarenta años abierto sirviendo cocina asturiana a sus clientes.
En este restaurante, Julio nos ha enseñado a preparar un plato que es muy típico de esta época del año. ¿Y cuál es? Pues, precisamente, las verdinas.
¿Qué es exactamente la verdina? “La verdina es una fabe que se cultiva en la zona de Llanes y en el valle de Ardisana. Las cogen en verde y luego las secan”, nos cuenta Julio. Una variedad de alubias de pequeño tamaño típicas de Asturias.
De hecho, una de las peculiaridades de la verdina, y por la que tiene su característico color verde, es que el grano se recolecta cuando todavía no ha llegado a madurar. Debido a eso, “hay que cocerlas muy despacio para que no se rompa la piel y la verdina quede intacta. Tal y como entra sale”.
Por otro lado, estaría la fabe, la reina de Asturias, según los propios asturianos. Aunque existe un pequeño pique entre fabes y verdinas: “Las fabes ya tienen su denominación de origen y, aunque los de las verdinas también quisieran tenerlo, los otros no les dejan”.