Chupar las cabezas de los langostinos es, para muchos, toda una delicia. Sin embargo, aunque al paladar pueda resultar exquisito, nutricionalmente puede que no sea lo más recomendable. Para hablarnos de ello está con nosotros nuestra nutricionista Beatriz Robles.
“En la cabeza de los langostinos se acumula mucho cadmio”, nos cuenta Beatriz. y las cabezas de los langostinos no son el único lugar en el que encontramos cadmio: también está presente en los cuerpos de los crustáceos que son redondos, como las nécoras y los cangrejos.
¿Tan malo es para nuestro organismo el cadmio? “El cadmio es un metal pesado, un contaminante que aparece en la naturaleza por las actividades industriales y los fertilizantes, y la exposición crónica a lo largo de mucho tiempo, aunque sea en pequeñas cantidades, puede producirnos problemas de salud”, explica la nutricionista.
En la Unión Europea se establecen límites para que no lleguen al mercado alimentos que tengan demasiado cadmio. ¿Pero qué ocurre con esto? Pues que “en Europa no chupan la cabeza de las gambas, así que no lo tienen en cuenta y, para eso, no hay límites”.
“El caso es que, en el fumet, estamos cogiendo unas pocas cabezas de gambas y las estamos diluyendo en una gran cantidad de agua de la que, al final, solo nos comemos una parte”. Así que podemos utilizar fumet con total tranquilidad