Las próximas horas son cruciales para controlar los once incendios que siguen activos en España, porque después vuelven a subir las temperaturas. La situación es mucho mejor: ya no hay fuegos activos en Galicia y en Castilla León solo continúa en nivel 2 el de Fasgar.
Una noche más los bomberos forestales en Castilla y León se enfrentan al sonido del fuego y a sus llamaradas. Esta brigada trabajó durante la madrugada en el foco activo más grave de la comunidad: el de Fasgar- Igüeña.
El fuego se encuentra en nivel 2 y los efectivos han tenido que emplearse a fondo en hacer contrafuegos. Queman el terreno para cerrar el perímetro de 74 kilómetros de un incendio que comienza a estabilizarse.
Pero no es el único en mejorar: el de Berlanga del Bierzo está controlado, aunque con riesgo de reactivación por las fuertes rachas de viento.
El jueves el pueblo fue desalojado y sus 322 vecinos han podido regresar a casa este viernes. El autor del delito es un joven de 20 años, que ya ha sido detenido.
En Garaño los bulldozer de la UME se afanan en hacer cortafuegos. El incendio, sin actividad nocturna, podría darse por extinguido.
En Ibias, Asturias, los helicópteros continúan apagando las llamas, aunque el nivel de emergencia ha bajado a nivel 1 y los vecinos de los pueblos más castigados han vuelto poco a poco a la normalidad.
En Galicia por fin respiran tranquilos: tras más de cien mil hectáreas quemadas, ya no queda ningún fuego activo. Los hidroaviones descargan para refrescar un terreno arrasado.
Lluvias torrenciales
Las lluvias torrenciales que, según los expertos, podría traer el otoño, perjudicarían y mucho a las zonas arrasadas por los incendios.
Arrastrarían las cenizas que se depositarían en los valles provocando así un aumento considerable del riesgo de inundaciones.
Por eso recomiendan, en la medida de lo posible, cubrirlas con vegetación para evitar ese arrastre.