Las terrazas del centro de Madrid están estableciendo un consumo mínimo en sus mesas para que los consumidores no se tiren horas sentados tomando solo un café.
Es la queja que trasladan muchos madrileños que se sienten desplazados por esta medida de la hostelería que consideran que está pensada totalmente para el turismo y que desplazan al consumidor local que quiere pararse un rato a tomar un café tranquilamente.
En otros establecimientos sí que siguen sirviendo esa consumición pero ponen una hora límite para dejar la mesa libre y que puedan utilizarlas otras personas.