Una ballena de 21 metros de longitud ha sido retirada del puerto de La Coruña tras permanecer varios días a la deriva en aguas próximas a la costa.
Según las primeras informaciones, el cetáceo llevaba al menos tres días flotando sin vida, lo que obligó a activar un operativo especial para evitar riesgos para la navegación.
La maniobra, coordinada por las autoridades portuarias, incluyó el remolque del animal hasta el muelle, donde fue finalmente izado con una grúa de gran tonelaje.
El cuerpo de la ballena, que superaba las 30 toneladas de peso, fue trasladado a tierra firme para poder continuar con los trabajos de retirada en condiciones de seguridad.
Una vez en el muelle, el cetáceo fue despiezado y los equipos especializados procedieron a la toma de muestras que serán analizadas con el objetivo de determinar las causas de la muerte y recabar información científica relevante.
Este tipo de intervenciones son poco frecuentes debido a la complejidad técnica que conllevan, pero resultan necesarias para garantizar tanto la seguridad marítima como el adecuado tratamiento de grandes animales marinos varados en zonas portuarias.