La estación de Chamartín-Clara Campoamor ha dado un paso decisivo en su transformación. Este miércoles ha abierto al público otros 2.112 metros cuadrados del vestíbulo principal y ha recuperado funcionalmente parte de su entrada original, ahora cubierta por una gran bóveda acristalada que protege a los viajeros de la lluvia y el frío.
La obra, que no se detiene ni con las inclemencias del tiempo, forma parte de la renovación integral que ejecuta Adif Alta Velocidad y que se prevé estar completamente finalizada el próximo año. Esta fase permite iniciar la remodelación de la última parte del vestíbulo antiguo, que hasta ahora servía como acceso provisional.
Los viajeros son ahora recibidos en la plaza de acceso por un nuevo espacio de espera de 1.325 metros cuadrados, cubierto por una espectacular estructura compuesta por siete pares de arcos.
Esta bóveda, con una luz de 34 metros entre apoyos, 36 de longitud y 8,5 de altura, es un alarde de ingeniería: un sistema prefabricado de 253 nudos cilíndricos y 698 barras de acero, cerrado con vidrio laminado y templado.
La percepción entre los usuarios es positiva. Una pareja de turistas asturianos que visitaba por primera vez la estación lo resumía así: "Sí que es chula. La verdad que tiene mucha claridad también".
El cambio no es solo estético, sino que mejora sustancialmente la operativa diaria. Un taxista que trabaja habitualmente en la zona lo corrobora: "Están avanzando bastante bien… ahora como ha abierto la calle de la Hiedra está muy bien. Va mejorando, hay más comodidad para dejar a los clientes… Se ven mejoras. Esperemos que pronto se termine".
Con esta ampliación, el vestíbulo principal dispone ya de 6.712 metros cuadrados, frente a los 4.600 anteriores. El acceso se realiza por lo que será la entrada principal definitiva, que retorna a su ubicación inicial y cuenta ya con un frente de 14,5 metros de los 33,6 metros proyectados.
La apertura de este nuevo espacio marca un hito crucial en el proyecto. Libera zonas de tránsito y acerca a la estación a su configuración final, diseñada para mejorar la experiencia del viajero, optimizar los flujos de movilidad y dotar a uno de los nodos ferroviarios clave de Madrid de un acceso moderno, diáfano y protegido.