La Plaza de Las Ventas se prepara para vivir un momento cargado de emoción y nostalgia este domingo, Día de la Hispanidad, con el último paseíllo de Fernando Robleño. El diestro se retira después de 25 años de trayectoria profesional, un periodo en el que pisó el coso madrileño en 60 ocasiones.
Con la despedida a la vuelta de la esquina, Robleño confiesa que estos días previos no son fáciles. "Duermo regular y ya las palabras a tan pocas horas cuesta trabajo ser consciente de que va a ser la última tarde", afirma, mostrando la carga emocional del momento.
El torero echa la vista atrás para recordar el hito que marcó su carrera: su alternativa, cumplida hace justo un cuarto de siglo. "Un cartel muy bonito con el maestro Morante de la Puebla y con el maestro Julián López 'El Juli'. Pude triunfar y han pasado 25 años con muchas tardes muy bonitas, otras amargas y bueno, al final es la carrera de un torero", resume con la perspectiva que da la experiencia.
De las más de 60 corridas en su historial, se niega a quedarse con una sola. "Sería egoísta por mi parte quedarme con una. Ha habido tardes de muchas emociones, de sentir los olés de la afición, que se queda en el recuerdo mío y pienso que en el recuerdo de los aficionados que tuvieron la suerte de verlo", comparte, agradecido.
La decisión de retirarse, explica, no ha sido sencilla, pero es fruto de la reflexión y del desgaste natural. "Es una decisión que no es fácil de tomar. 25 años consecutivos lidiando un tipo de corrida de toro muy exigentes, eso también tiene un desgaste. Uno al final no tiene la fuerza de la juventud".
Sin embargo, su adiós a los ruedos no significa su desvinculación del mundo del toro. Robleño continuará ligado a la tauromaquia como director de la Escuela José Cubero 'Yiyo', donde transmite su sabiduría a las nuevas promesas. "Yo me hice torero y yo creo que hay mucha gente que no es consciente de la cantidad de chicos y chicas que llegan allí a la escuela con la ilusión de ser torero", destaca.
Sobre cómo le gustaría ser recordado por la afición madrileña, el torero deja una clara definición de su filosofía profesional: "He intentado desde que empecé a ser torero a ser honesto en esta profesión, con los valores que para mí tiene ser torero y lo que significa enfundarse un vestido de luces".
El epílogo de esta larga y brillante carrera tendrá lugar este domingo en la Plaza de Las Ventas. Los aficionados que no puedan estar presentes podrán seguir en directo a través de Telemadrid, a partir de las 18.00 horas, la última estocada de Fernando Robleño, un momento histórico para la tauromaquia.