En un sector tradicionalmente dominado por hombres, tres mujeres están marcando el rumbo del mundo taurino con su talento y determinación. Rocío López, Vanesa Santos y Candela 'La Piyaya' son ejemplos de cómo la mujer está ganando terreno en esta profesión.
Rocío, la pionera, hizo historia en agosto de 2019 al convertirse en la primera mujer en realizar un despoje como alguacililla en la emblemática plaza de Las Ventas. Su papel es esencial: junto a los delegados y la presidencia, se asegura de que se cumpla el reglamento.
Sin embargo, para ella, la parte más gratificante es el momento del despoje: "Salir aquí con Chiringuito (su caballo) crea un vínculo especial", comparte. Las horas previas a la corrida son un ritual que Rocío respeta meticulosamente; desde preparar a su caballo hasta vestirse para salir por la puerta grande, cada detalle cuenta en su camino hacia el éxito.
Por otro lado, Vanesa Santos aporta una nueva perspectiva al sector a través de sus vídeos en redes sociales. Criada en el mundo taurino gracias a sus padres toreros y empresarios, ha encontrado en las plataformas digitales una forma de conectar a los jóvenes con la tauromaquia.
"Es fundamental aportar mi granito de arena para que los jóvenes se interesen", afirma. La creación de contenido no es tarea fácil; cada vídeo requiere de al menos tres horas de trabajo entre planificación, grabación y edición. Sus entrevistas a políticos y toreros ofrecen una mirada fresca y única sobre la tradición taurina.
Finalmente, Candela 'La Piyaya', con tan solo 20 años, representa el futuro de las mujeres toreras en Madrid. Formada en la Escuela del Yiyo, busca hacerse un nombre en un mundo donde el género no debería ser un obstáculo. "Desde pequeña he querido ser torero", dice con convicción. Para ella, el toro no distingue entre hombres y mujeres; lo que importa es la pasión y la dedicación.
El lado femenino de la tauromaquia está tomando fuerza gracias a estas tres mujeres valientes que desafían las normas y abren camino para futuras generaciones. Con cada paso que dan, Rocío, Vanesa y Candela demuestran que el arte del toreo también tiene un espacio significativo para las mujeres.