Silvia descubre un poco más de La Latina, porque, aunque creamos conocerla, nos pasa lo de siempre, por ejemplo, tantas veces se oye hablar del Santo, de San Isidro, y no sabemos que el pozo de uno de sus milagros lo tenemos tan cerca, en su museo de la Plaza de San Andrés.
También nos detendremos en uno de los comercios centenarios de Madrid, Casa Hernanz, esos donde muchas veces nos quedamos en el escaparate y definitivamente hay que entrar.
Para el aperitivo, Casa Amadeo es una parada obligada, no solo por el unte de sus caracoles, sino por la humanidad de su dueño. Y ya puestos, al lado, vamos a conocer la historia de Eloy Gonzalo, un héroe madrileño que, de haber sido de Wisconsin, tendría una película sobre su hazaña en Cascorro.