Un edificio histórico de Madrid guarda un secreto musical que muchas personas descubren al alzar la vista: el carillón goyesco diseñado por Antonio Mingote.
Se trata de una joya cultural y artística instalada en 1992, año en que Madrid fue Capital Cultural Europea y España vivió dos citas históricas: los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Expo de Sevilla.
La iniciativa fue de los directivos de la aseguradora Occident, propietaria del edificio. En un gesto de homenaje a la capital, decidieron obsequiar a Madrid con un carillón único, que no solo toca melodías con sus 18 campanas de distintos tamaños, sino que además da vida a cinco figuras históricas y populares del Madrid goyesco: Francisco de Goya, la Duquesa de Alba, Carlos III, la Maja y Pedro Romero.
El diseño corrió a cargo del genial humorista y dibujante Antonio Mingote, mientras que la construcción fue encargada a la prestigiosa empresa holandesa Royal Eijsbouts, especialista en carillones desde 1875. El resultado fue una estructura de más de tres toneladas que todavía a día de hoy requiere mantenimiento anual de técnicos procedentes de los Países Bajos.
Gracias a un sistema informatizado, puede interpretar más de 500 melodías, lo que permite adaptar el repertorio a celebraciones culturales, fiestas populares o incluso victorias deportivas.
Aunque no existe tradición de carillones en España, el madrileño de la Gran Vía se ha convertido en un icono musical y visual de la ciudad.