La leyenda del beso de Felipe IV en la Cueva de las Monjas de Navalcarnero

  • Conocemos la historia del monarca con Mariana de Austria
Foto: TELEMADRID |Vídeo: Telemadrid

Un antiguo refrán popular dice: En la primera copa, el hombre bebe el vino. En la segunda copa, el vino bebe el vino. Y en la tercera copa, el vino bebe al hombre".

Quizá esta máxima se cumplió en la histórica Cueva de las Monjas, hoy convertida en un enigmático espacio hostelero, donde la tradición asegura que el mismísimo Felipe IV protagonizó un episodio que daría nombre al lugar: la Cueva del Beso.

Navalcarnero, un lugar para viajar en el tiempo… y disfrutar el presente
Navalcarnero, un lugar para viajar en el tiempo… y disfrutar el presente
Navalcarnero, un lugar para viajar en el tiempo… y disfrutar el presente

Navalcarnero, un lugar para viajar en el tiempo… y disfrutar el presente

Quien conoce de primera mano esta historia es María del Mar, actual gerente del establecimiento. Ella relata que todo comenzó con las llamadas “velaciones”, una ceremonia litúrgica de la Iglesia Católica que se celebraba después de la misa nupcial. Tras la boda de Felipe IV con Mariana de Austria, el rey visitó estas dependencias para conocer los caldos, quesos y jamones que allí se conservaban al frío.

La crónica cuenta que, copa tras copa, el monarca fue probando distintos vinos. A la tercera, fiel al dicho popular, se desató la anécdota: Felipe IV tomó a Mariana de Austria en brazos y le dio un beso tan sonoro que, según la tradición, hasta los jesuitas presentes tuvieron que descubrirse la capucha.

Programas Completos

Más de Navalcarnero