Evacuados 50 niños madrileños por el incendio forestal de Navaluenga, que evoluciona bien
- Aún sin estabilizar y sin reproducciones, ha bajado a situación operativa 1
- Tiene 26 kilómetros de perímetro y 1.500 hectáreas afectadas, con una veintena de desalojados que ya han vuelto a sus casas
El incendio forestal de Navaluenga (Ávila), que se declaró a las 14.10 horas del viernes en una zona boscosa con algunas casas diseminadas, ha bajado a nivel uno tanto en índice de gravedad como en situación operativa al desaparecer las causas que motivaron la declaración de SIT-2 ante la posibilidad de que pudiera haber afectado gravemente a bienes forestales y levemente a población y bienes no forestales o que pudieran haber sido necesarios medios extraordinarios.
Así lo ha explicado el director técnico de extinción de incendios, Alejandro Peñalvo, en declaraciones a los medios desde el puesto de mando avanzado, en las que ha detallado que las condiciones de la noche serán "más favorables" ya que se prevé un incremento de la humedad, temperaturas más bajas y menos viento, lo que se traduce en una "menor probabilidad de que se puede generar una llama".
Se trata de un incendio que habría afectado ya a unas 1.500 hectáreas, según los datos provisionales, y permanece activo, aunque se mantiene estable y sin llama activa. Los servicios de emergencias trabajan con precaución en el lugar ante la previsión de que repunte el viento. Actualmente trabajan en las tareas de extinción 55 medios.
El incendio de Navaluenga afecta a unas 1.500 hectáreas y sigue activo
Este incendio forestal ha obligado a evacuar un campamento de verano con 50 niños de Vallecas, además de a 14 familias de la zona. En el campamento I-Félix, situado en las inmediaciones del fuego, la evacuación se produjo por iniciativa de sus coordinadores, antes de que llegasen los servicios de emergencia.
“Vimos que el humo se acercaba demasiado y evacuamos a los niños andando hasta las piscinas de Navaluenga”, ha explicado Irene de Fénix. “Nos pilló comiendo, los monitores vieron el humo y reaccionamos rápido. Seguimos todos los protocolos, avisamos a emergencias y todo el mundo colaboró”, ha señalado.
Pese a la tensión, los menores vivieron la evacuación como una aventura. Durmieron en el polideportivo del pueblo y fueron atendidos en todo momento por profesionales y por los propios vecinos. Por la tarde, han regresado en autobús a la capital, todavía impactados por lo vivido.
