España ha pasado de fase de 'preemergencia' a 'estado de alerta y seguimiento permanente', dando por finalizada la peor parte del episodio de incendios forestales más trágico y devastador de la historia reciente del país, con más de 300.000 hectáreas quemadas, cuatro víctimas mortales y 48 heridos.
Así lo ha informado en una comparecencia de prensa la directora de Protección Civil y Emergencias, Virginia Barcones, tras la reunión del Comité Estatal de Coordinación (Cecod), donde anoche se acordó que las circunstancias habían mejorado lo suficiente como para pasar de fase.
El nuevo estado de alerta y seguimiento permanente decretado por el Cecod implica que el Gobierno seguirá coordinando y poniendo a disposición de las comunidades todos los medios con los que cuenta en la lucha contra los incendios.
Tres semanas después, Castilla y León ha amanecido sin 'grandes incendios' --aquellos catalogados con el Índice de Gravedad (IGR) 2--, si bien mantiene seis en nivel de gravedad 1 y otros dos activos, además de 17 en vías de ser extinguidos definitivamente. Así se recoge en la web del Inforcyl que mantiene, no obstante, la Situación Operativa 2 para el conjunto de la Comunidad.
Todos los incendios en Galicia siguen bajo control por tercer día consecutivo. Con todo, entre el viernes y el sábado se ha podido extinguir un total de ocho incendios y, ahora, únicamente quedan tres por apagar. Estos tres son los mayores fuegos del verano y también de la historia de la Comunidad: Larouco (30.000 hectáreas), Chandrexa de Queixa y Vilariño de Conso (19.000 hectáreas) y Oímbra y Xinzo de Limia (17.000 hectáreas).