El pasado 28 de mayo, el vuelco de un cayuco frente a la costa de El Hierro conmocionó al mundo. Cientos de inmigrantes, muchos de ellos menores, cayeron al mar en medio del pánico.
Gracias a la rápida intervención de varios policías, que no dudaron en lanzarse al agua, se evitaron más muertes. Los agentes lograron rescatar a unas 130 personas, aun así, siete personas perdieron la vida.
Este jueves, en un emotivo reencuentro agentes y supervivientes se han vuelto a ver las caras.
Varios miembros del equipo de rescate, se han reencontrado con jóvenes a quienes ayudaron a salvar. Aunque hoy tratan de dejar atrás lo ocurrido, tanto policías como migrantes coinciden en que aquel día marcó sus vidas.
“La espinita que tenemos clavada es no haber podido salvar a todos”, ha confesado uno de los agentes.