Crimen de Villaverde: el presunto homicida, grabado en su domicilio tras cometer el asesinato
Una cámara del salón le capta hablando con el que podría ser un cómplice
Foto: TELEMADRID |Vídeo: Telemadrid
EVA S. CUESTA
La investigación del brutal crimen de Martha, una joven de 21 años apuñalada en su dormitorio en presencia de su hija de 15 meses, ha dado un giro crucial con el análisis de las imágenes de una cámara de seguridad situada en el salón de la casa del presunto asesino.
Las grabaciones, a las que ha tenido acceso un equipo del programa, capturan al presunto homicida momentos después del crimen, mostrando una frialdad escalofriante mientras planea cómo evitar ser capturado y deshacerse del arma homicida.
Los hechos ocurrieron entre las dos y las tres de la tarde del pasado martes en el número 3 de la calle Artilleros, en el distrito de Villaverde.
El cuerpo sin vida de Martha fue descubierto por la hija de la propietaria de la vivienda al llegar del colegio. Los vecinos, que no escucharon altercado alguno, solo se percataron de la tragedia con la llegada masiva de la Policía Nacional.
La dueña, en una situación irregular
Una vecina del edificio ha declarado que la mujer que alquiló la habitación a Marta okupa la vivienda desde la que actuaba como arrendataria.
Esta irregularidad se extiende a las infraestructuras del inmueble: el piso carece de telefonillo y existe un enganche ilegal a la luz en el cuarto de contadores.
Una llamada previa
Un compañero de piso del detenido ha declarado haber sido testigo de una acalorada discusión telefónica entre la víctima y el sospechoso horas antes del crimen.
Según su testimonio, escuchó claramente cómo Martha le comunicaba que había conocido a otra persona y que, por tanto, no quería seguir manteniendo contacto con él.
Esta declaración apuntaría la hipótesis de que el homicidio pudo deberse a un ataque de celos por parte del ahora detenido.
La grabación
Sin embargo, la clave de la investigación podría residir en la cámara del salón del domicilio del homicida, ubicado en Torrejón de Ardoz. Las imágenes muestran al detenido, un hombre con denuncias previas y que habría saltado una orden de alejamiento, actuando con sorprendente tranquilidad tras haber cometido el presunto asesinato.
En la secuencia más reveladora, se le ve hablando por teléfono, posiblemente con un cómplice, mientras expone sus preocupaciones. "Que no pase nada, espero que no. Y a ver si van a sospechar o algo. Es que no sé dónde tirarlo porque al final eso acaba en el… A ver, la máquina lo tritura", se le escucha decir, en una clara referencia al arma blanca utilizada en el crimen.
Las grabaciones también captan cómo el sospechoso se cambia de ropa y guarda las prendas que llevaba puestas en una bolsa, en lo que se podría interpretar como un intento de eliminar las pruebas físicas del delito.
La Policía Nacional ha detenido a este individuo como presunto autor de los hechos. La combinación del relato de los testigos, la situación irregular de la vivienda y, sobre todo, la contundente evidencia de la grabación, conforman un caso que ha conmocionado al barrio por la juventud de la víctima y la violencia del suceso, agravado por la presencia de su hija de tan solo 15 meses.