Bodegas Marañones: el renacer del vino de Madrid en la confluencia de la sierra
- La viticultura y la naturaleza se fusionan en este entorno, ubicado en San Martín de Valdeiglesias
En el corazón del municipio de San Martín de Valdeiglesias, donde confluyen las sierras de Gredos y Guadarrama, se encuentra la Finca Marañones, un proyecto vitivinícola que ha convertido la armonía con la naturaleza en la seña de identidad de sus vinos.
Pedro Ruiz, CEO de Alma Carraovejas, grupo al que pertenece la bodega, describe el lugar como "único". "Aquí las 40 hectáreas que conforman lo que es la Finca de Marañones, 25 de ellas viñedo entre albillo real y garnacha, y un paisaje y un entorno que creo que es único y que también compone lo que es la identidad de nuestros vinos", afirma Ruiz.
El proyecto nació en 2008 de la mano de Fernando Carnejo, quien decidió recuperar viñas viejas que se encontraban "prácticamente abandonadas" en la zona. "Poco a poco va comprando pequeñas parcelitas hasta conformar estas 40 hectáreas", explica Pedro Ruiz sobre los orígenes de una bodega que priorizó el respeto por el ecosistema.
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"El fundador tuvo un respeto maravilloso por todo lo que había aquí. Lo más normal hubiera sido levantar toda la fauna y flora y plantar todo viña, y como veis son parcelitas pequeñas, parajes diferentes que conviven con varias especies distintas", destaca.
Actualmente, la finca no está abierta al público, pero el proyecto de futuro pasa por trasladar la bodega, que hoy se encuentra en Pelayos de la Presa, a la propia finca en San Martín de Valdeiglesias. Mientras tanto, desde allí elaboran sus dos vinos parcelarios: Peña Cruzada y Peña Caballera.
El caso de Bodegas Marañones se enmarca en el momento "único" que vive el sector vitivinícola de la Comunidad de Madrid, según Javier Carazo, director general de reequilibrio territorial del gobierno regional.
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"Estamos viviendo un momento único del vino, del sector agroalimentario de la Comunidad de Madrid y, lo que es más importante para nosotros, de nuestros pueblos. Dar a conocer nuestra naturaleza y hacer unos caldos perfectos es lo que estamos potenciando", declara Carazo.
Para apoyar este crecimiento, la administración regional ha establecido "unas bases sólidas de subvenciones que van por encima de los cinco millones de euros".
El objetivo, según Carazo, es "potenciar y apoyar, acompañar a esos buenos caldos, a esos buenos bodegueros, confiar en ellos" y en la "transformación del mundo rural a través del sector agroalimentario".
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El director general ve un futuro "prometedor" para el sector, al que considera "clave para la transformación del mundo rural, ya que genera empleo e inversión". Una apuesta que pasa por fortalecer la Denominación de Origen Vinos de Madrid, que consta de cuatro subzonas, entre las que se encuentra precisamente la de San Martín de Valdeiglesias.
Mientras tanto, en la Finca Marañones continúan su labor, demostrando que la excelencia del vino madrileño nace del respeto por un paisaje que, como sentencia Pedro Ruiz, "si alguien viene a Marañones y no se enamora de la finca es que no tiene sensibilidad, porque el lugar es increíble, es inmejorable".
