Tres años sin ascensor en Villaverde: vecinos mayores, atrapados en un laberinto burocrático
- Una obra pagada y paralizada por un conflicto de papeleo
La paciencia se agota en una finca de Villaverde. Lo que comenzó como una esperanzadora obra para instalar un ascensor se ha convertido en un calvario que se alarga ya más de tres años para once vecinos, la mayoría de ellos mayores y con dificultades de movilidad.
A pesar de haber pagado la obra por adelantado y de que la cabina del ascensor ya fue instalada parcialmente, el elevador sigue sin funcionar, sumiendo a los residentes en una desesperante situación de abandono e incertidumbre.
El problema se ha visto agravado por unas obras que dejaron el portal en un estado lamentable durante meses, con azulejos rotos, cableado expuesto y deficiencias en el sistema eléctrico. Aunque el estado ha mejorado ligeramente, los vecinos señalan que todo sigue "a medias".
Juan Pablo, uno de los afectados, señala con indignación detalles como la rampa que "no está como dice el presupuesto" o las baldosas que "nos las han puesto bocabajo, eso es una guarrería cuando se moja".
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La queja unánime de los vecinos es la total falta de información y atención por parte de la empresa de ascensores y su gestor. "No vienen. Vienen un día, se van, vienen otro día, se van y se vuelven a ir. Aquí no viene nadie, no hay explicaciones", relata Juan Pablo.
La última novedad que recibieron fue que debe acudir la OCA (Organismo de Control Autorizado) para realizar una inspección, un paso previo esencial para finalizar la obra. Sin embargo, cuando preguntaron a su gestor qué era la OCA, la respuesta fue: "Pues no lo sé".
Para colmo de males, la comunidad ha recibido una factura de la luz de casi 1.300 euros que atribuyen a un error de la empresa de ascensores. "Esto viene a la comunidad, pero vamos a ver, nosotros estamos al corriente de pago. Hemos ido al gestor y está todo pagado, entonces por qué me metes eso a mí", se pregunta el vecino.
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El origen del problema es un enredo burocrático. Para que la OCA pueda realizar su inspección, ya programada para la primera semana de noviembre, es necesario el boletín de interior de la electricidad.
Aquí es donde se produce el punto muerto: la empresa de ascensores alega que es la compañía eléctrica quien debe solicitarlo, mientras que la compañía eléctrica afirma rotundamente que es la instaladora quien debe notificarlo y realizarlo.
Una vez obtengan ese boletín, la comunidad aún deberá contratar a una comercializadora de energía para dar de alta y encender el ascensor, el último trámite para rematar una obra que ya es una pesadilla de tres años.
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Mientras tanto, las estrechas escaleras del edificio siguen siendo un infierno diario para quienes solo anhelan poder salir de sus casas con normalidad. La pregunta que ronda en el portal es la misma: ¿Cuánto más tendrán que esperar?
