Sarai recuerda con dolor cómo hace un año la DANA arrasó localidades de Valencia y cambió su vida para siempre. Su padre desapareció durante la riada, después de haber permanecido dos horas agarrado a una palmera para intentar sobrevivir.
A pesar de los esfuerzos de distintos cuerpos de seguridad, la búsqueda de su padre sigue siendo complicada debido a la amplitud del terreno. Sarai ha explicado que no ha asistido al homenaje organizado por el Gobierno para las víctimas: “No hemos ido, no nos ha apetecido estar en un sitio donde iban a estar los verdugos”.
Su testimonio refleja el abandono que sintieron los afectados: “No estamos preparados para nada. Nos dejaron totalmente a nuestra suerte, tanto a unos como a otros”. A un año de la tragedia, el recuerdo sigue siendo doloroso y la sensación de desprotección persiste entre quienes perdieron a sus seres queridos.