De manera general, el rostro de Jesús es representado con pelo largo, algo nada habitual en la época.
Uno de los que despreciaban esta iconografía era Pablo de Tarso. Sin embargo, hay una continuidad muy larga sobre esta manera de ser retratado.
Su similitud con Zeus
Cuando se trata de representar a Dios se hace igual que Zeus: junto a animales, bastón de mando, etc.
Por una parte se busca el arquetipo y por otro la estética.