La denominada ‘flotilla’ que lleva más de tres semanas viajando por el mar rumbo a Gaza para repartir ayuda humanitaria ya ha entrado en la ‘zona de exclusión’, es decir, aquellas aguas en las que Israel suele atacar a esta clase de embarcaciones por lo que las últimas horas han sido muy tensas, tal y como han contado algunos de sus integrantes, como la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que dan parte ya de la presencia de barcos no identificados que intentan “intimidarles”.
Otros testimonios, como el que recoge el diario 20 Minutos, hablan de "operación intimidatoria". Recordemos que están siendo escoltados por un buque de salvamento de la Armada española, el Furor y el Gobierno, que ha estado comunicándose durante la madrugada con la flotilla, ha trasladado el mensaje de que no pasen de esa zona así como que de media vuelta porque no pueden acompañarlos si entran en esa ‘zona de exclusión’ y esto compromete seriamente la seguridad de su integrantes: “La misión de la flotilla es encomiable y legítima, pero las vidas de sus integrantes tiene que estar por encima", dice Moncloa.
En cuanto a la situación en Oriente Medio, no ha cambiado demasiado en las últimas horas, se sigue pendiente de la respuesta de Hamás al plan de paz diseñado por Estados Unidos, aprobado por Israel y celebrado por la comunidad internacional.
Los promotores de este acuerdo ya están diciendo que no van a tener paciencia, por lo que la respuesta es urgente y solo puede ser “sí” o “no”.
En 120 Minutos hemos hablado con Fernando Cocho, analista de Inteligencia y Riesgos a la seguridad internacional: “Hay dos corrientes en este momento que han dado dos informaciones contradictorias, hay una parte de Hamás, la parte que está fuera del territorio de Gaza, que sí apoya esa iniciativa puesto que no le afecta de manera directa, y la parte ‘combativa’ que está aún dentro Gaza está por la labor de resistir”