En Santurce, Vizcaya, seis niños junto a sus padres viven en condiciones infrahumanas en un antiguo bar de copas. Se trata de una familia que fue desahuciada hace dos meses.
Según un familiar, han tenido que irse a vivir a este lugar porque no tienen ingresos suficientes y asegura que aunque se trata de un local tienen contrato de alquiler.
Pero esta versión no se la creen los vecinos más cercanos, quienes conocen el interior del establecimiento de cuando estaba abierto y aseguran que es muy estrecho. Opinan que ahí no podrían vivir “ni siquiera dos personas” y, sin embargo, lo ocupan ocho.
Debido a que el local permanece cerrado, otros vecinos de la calle donde está el antiguo bar ni siquiera se han enterado de que la familia está allí, al saberlo han pedido explicaciones a los representantes de las instituciones.
Así, la Diputación de Vizcaya ha abierto un expediente por si los menores se encontraran en una situación de desamparo.
