El ayuntamiento de Madrid pone en marcha un programa pionero para combatir una de las epidemias de este siglo, la soledad no deseada.
Así define Judith con casi cien años la soledad no deseada, un sentimiento que Kay Hespen detecta en su panadería entre sus clientes.Su panadería, la farmacia, la biblioteca son algunos de los establecimientos que junto a vecinos, asociaciones como Cáritas y recursos públicos se han unido para prevenirla.
Cada usuario que llega es atendido por un psicólogo y un educador.El proyecto cuenta ya con cuarenta vecinos comprometidos como Olga.
Se reúnen una vez al mes y ya han organizado un paseo temático por el barrio de Chamberi para el 23 de noviembre.