Decenas de heridos en el derribo de la casa de un palestino acusado de matar a un soldado
EFE
El Ejército israelí demolió esta madrugada en el campo de refugiados de Al Amari, en Cisjordania ocupada, la casa familiar de un palestino acusado de matar el pasado mayo a un soldado, en una intervención en la que se registraron violentos enfrentamientos que provocaron más de una decena de heridos.
Las tropas se dirigieron por la noche con cientos de efectivos al campo de refugiados, donde rodearon el edificio de cuatro plantas en el que residía la familia de Islam Abú Hmaid, a quién se acusa de haber causado la muerte del soldado Ronen Lubarsky por el lanzamiento de un objeto arrojado durante una operación militar en el campo, informó la agencia oficial de noticias palestina Wafa.
Varias docenas de activistas palestinos y algunos simpatizantes internacionales esperaban dentro del inmueble para oponer resistencia a la demolición, informaron a Efe testigos.
Los soldados retiraron a los congregados por la fuerza, evacuaron las casas de los alrededores y colocaron varios explosivos en el interior del edificio para demolerlo en dos fases.
Durante la intervención, se registraron enfrentamientos entre palestinos y el Ejército, que respondió lanzando gas lacrimógeno y balas de goma, que provocaron más de una decena de heridos leves que recibieron atención médica en un hospital de Ramala, detalló un portavoz del Ministerio de Sanidad palestino.
El campo de Al Amari se encuentra en el Área A de Cisjordania, una zona en la que, según los acuerdos de paz de Oslo, Israel no tiene control ni administrativo ni de seguridad y en la que sus tropas tienen vetado el acceso sin coordinación con la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
A preguntas de Efe, un portavoz militar no quiso comentar la demolición de la vivienda y se limitó a indicar que "las tropas están aún operando" en el lugar.
Este incidente se produce tras un repunte de tensión los últimos días en los territorios ocupados, tras siete ataques palestinos contra israelíes durante la última semana -en los que han muerto dos israelíes y cinco han sido heridos- y enfrentamientos ayer entre manifestantes y soldados en Cisjordania y Gaza que dejaron a un joven palestino muerto y más de un centenar heridos por fuego israelí.
Las facciones palestinas han declarado hoy una jornada de luto y ordenado el cierre en Ramala de los comercios entre las 10.30 y las 12.30 hora local, cuando tendrá lugar el funeral del fallecido.
Las fuerzas israelíes han reforzado la presencia de sus tropas con varios batallones de infantería en Cisjordania, y se encuentran en alerta ante el temor de un incremento de la violencia.