Los vecinos de la localidad abulense de Aldehuela protestan porque quieren recuperar su línea diaria y directa de autobuses desde sus pueblos de Ávila con Madrid. Un servicio que perdieron hace tres años.
Vecinos de una comarca en la que muchos madrileños tienen segunda residencia. No quieren depender de un microbús.
Una vivienda que compraron hace años y que ahora en su jubilación no pueden disfrutar como les gustaría porque ya no pueden conducir.
Dependen de un transporte público que no tienen. Son mayores, pero no se casan de protestar. Les han dejado sin autobús directo y regular a Madrid. Julia y sus vecinos no entienden este cambio.
Maite hace 30 años buscaba un pueblo para vivir. Y el reclamo de la inmobiliaria le hizo decidirse por esta casa. Trabajaba como sanitaria en Madrid y todo era más fácil.
Como Maite, Lola también depende de otros para atender citas médicas y otros compromisos que antes hacía de manera independiente.
Nadie responde a su demanda y la única respuesta de las administraciones es que tengan paciencia. Pero el tiempo se acaba. El mundo rural agoniza mientras les alejan de su ciudad.
