Los vecinos de Tres Cantos y Soto de Viñuelas han regresado hoy a sus casas tras una noche de miedo y desalojos, encontrándose con un panorama desolador: fachadas ennegrecidas, tejados hundidos, viviendas reducidas a escombros y el histórico castillo de Viñuelas dañado.
Muchos lo han perdido todo y aún permanecen en shock por las horas de angustia en las que las llamas, de hasta cuatro metros de altura, avanzaban empujadas por vientos de 70 km/h y una tormenta seca.
En total, 180 personas fueron evacuadas y más de mil hectáreas han quedado arrasadas.
Entre las víctimas del incendio está un hombre de 50 años que, mientras intentaba rescatar a decenas de caballos de una hípica, sufrió quemaduras en más del 90% de su cuerpo y falleció esta mañana.
A su dolor se suma el de quienes han visto arder sus hogares y perder a sus animales, en un suceso que los vecinos consideran evitable por la falta de desbroce en la zona. Aunque el fuego está controlado, la amenaza persiste y la recuperación será larga.