Policías nacionales y guardias civiles se han concentrado en la mañana de este miércoles frente al Ministerio del Interior para denunciar la "indefensión" que aseguran sufrir a diario.
Los agentes han reclamado la dimisión del ministro Fernando Grande-Marlaska, a quien responsabilizan directamente de la situación.
Los representantes de ambos cuerpos alertan de un aumento constante de las agresiones, como las registradas en las últimas semanas en Madrid, Andalucía o Toledo. Dicen sentirse "con las manos atadas" y sin los medios necesarios para enfrentarse a delincuentes cada vez más armados.
Según sus datos, los agentes de la autoridad han sufrido 17.000 agresiones en lo que va de año a nivel nacional.
Denuncian que se enfrentan al crimen organizado con material obsoleto e inadecuado, mientras que sus oponentes utilizan armas de guerra.
Hablan de una crítica situación de seguridad y de una pérdida del principio de autoridad que afecta tanto a su labor diaria como a su vida personal.
Policías y guardias civiles insisten en que se "juegan la vida por España con las manos atadas".