La vicepresidenta del Gobierno y secretaria general del PSOE de Andalucía, María Jesús Montero, ha admitido que conocía la denuncia contra el líder socialista en Torremolinos, Antonio Navarro, pero "no su contenido", el acoso sexual a una militante socialista que ha puesto el tema en conocimiento de la Fiscalía.
Respecto al caso de Torremolinos, ha explicado que ella conocía que se había interpuesto una denuncia en el partido, pero desconocía el contenido porque el protocolo tiene "un intimidad que hay que respetar".
Una vez que conocieron que había puesto denuncia ante la Fiscalía, ella anticipó al partido que pediría la suspensión de militancia si se abrían las diligencias, como así ha ocurrido.
Montero espera que no sólo termine el proceso interno, sino que también la Fiscalía pueda obtener toda la información "para que se pueda llegar al final".
Montero cree que ante las denuncias de acoso sexual contra dirigentes socialistas, los tiempos del partido son "excesivamente largos", por lo que pide "acelerar" los procedimientos y dar "más acompañamiento" a las denunciantes.
En el caso de Salazar, ha asegurado que tras las denuncias de acoso sexual se dedicó su actividad privada, que ella desconoce, y que no tiene "ningún tipo de contrato" con Moncloa, con el PSOE o con el PSOE andaluz.
El diario 'El Debate' apunta este viernes a que hay una segunda mujer que ha denunciado haber recibido mensajes de contenido sexual enviados por Antonio Navarro, líder del PSOE de Torremolinos.