El precio de los carburantes ha registrado una ligera bajada en la primera semana de agosto, con un descenso del 0,2% tanto en gasolina como en diésel.
El litro de gasolina se sitúa en 1,48 euros y el de diésel en 1,43, lo que supone un ahorro de hasta seis euros al llenar el depósito respecto a la semana pasada.
Aunque el alivio es pequeño, la diferencia es mayor si se compara con agosto de 2024, cuando la gasolina costaba un 7,3% más y el diésel un 2,8% más.
Lejos quedan los máximos históricos de junio de 2022, cuando el litro de carburante rozaba los dos euros.
Conductores consultados celebran esta leve bajada y animan a aprovecharla, aunque recuerdan que los precios siguen siendo elevados. Algunos atribuyen la caída a la temporada de verano y a la competencia entre gasolineras.