¿Cómo debemos actuar si la persona con la que estamos sufre un ictus?
- La debilidad en la cara o la dificultad para hablar son los primeros síntomas
Un equipo de Madrid Directo tiene la oportunidad de presenciar un simulacro de ictus con el Summa 112. Los primeros síntomas de esta enfermedad son la debilidad en una parte de la cara, dificultad para hablar o entender y la pérdida de la fuerza en el brazo o en la pierna.
Los primeros momentos desde que Summa 112 recibe el aviso son de mucha tensión. "Hay que tratar de ser lo más rápido posible porque el pronóstico del paciente depende, sobre todo, del tiempo que transcurre desde el inicio de los síntomas hasta que se llega al hospital".
En su llegada, toman la tensión, las constantes, hacen un electro y una glucemia, ya que una hipoglucemia puede imitar los síntomas de un ictus. "En caso de que aparezca bruscamente o una pérdida de fuerza, o una dificultad para hablar, o la parte de la mitad de la cara como caída, no hay que esperar a que se pasen los síntomas, hay que llamar inmediatamente".
Los ictus son la primera causa de mortalidad en las mujeres y la segunda causa de mortalidad global. Se producen porque la sangre no llega de manera adecuada al cerebro y, por ende, se queda sin el oxígeno y los nutrientes necesarios para su correcto funcionamiento.
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Es en ese momento cuando las neuronas y otras células que forman la parte afectada del cerebro comienzan a morir y degradarse por esa falta de oxígeno y nutrientes. Las zonas del cerebro donde hayan muerto una cantidad importante de neuronas quedan alteradas de manera transitoria o permanente.
Las consecuencias para cada paciente dependerán de las habilidades específicas que esa zona del cerebro controlaba, ya se la responsable del habla o la que controla el movimiento de brazo y pierna.
Las secuelas del ictus
Alrededor de 120.000 personas sufren un ictus en España cada año y, tras ello, el 40% tendrá como secuela algún grado de espasticidad y requerirá tratamiento de rehabilitación y Medicina Física. Las secuelas dificultan a los pacientes la realización de actividades de su vida diaria como sentarse en una silla o coger objetos con la mano.
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Por eso, es muy importante la rehabilitación para que un especialista valore las posibles secuelas y establezca un tratamiento. Hay mucho que podemos hacer para mejorar de las secuelas sobrevenidas por la enfermedad y tener una mayor calidad de vida después de sufrirlo.
