Nuevo golpe contra los locales de ocio nocturno en Puente de Vallecas. Tras la clausura de cinco establecimientos el pasado mes de marzo, ahora son tres los que se han visto obligados a cesar su actividad, pero los vecinos insisten en que aún quedan muchos abiertos.
Ruidos, trapicheo de drogas y violencia. Este es el día a día de los vecinos de la zona. "Al final el local acaba cerrando a lo mejor a las tres de la mañana y la gente sigue en las calles. Acaban peleándose entre ellos, suele haber navajazos. De hecho, ha habido tiroteos también y es un problema".
Gracias a las inspecciones del Ayuntamiento, tres locales cesan su actividad en el barrio, pero para los vecinos no es suficiente. "No se descansa, no se duerme, hay gente mayor que está enferma. Es una vergüenza, esto no se puede permitir".
Los vecinos aseguran sentirse completamente abandonados y denuncian dejadez en la seguridad. Una situación que además se acrecienta en verano, ya que ni siquiera pueden abrir las ventanas de sus casas.
El problema del ruido se le suma al de los residuos y el desorden. "Vino un señor, puso el cubo de basura boca abajo y ahí lo dejó". Una realidad que convierte un apacible barrio en un auténtico infierno.