La Chivata nos presenta una original propuesta: realizar con los familiares de las lavanderas de Madrid, un proceso de mediación en el que rellenar los huecos de la memoria histórica, a través de las vivencias, recuerdos y anhelos, tanto personales como colectivos.
Para ello generan un espacio íntimo y seguro en el que, quien así lo sienta, pueda vincularse emocionalmente al proyecto, tejer lazos de confianza intergrupales, y comparta sin miedo aquello que les mueve.
El objetivo es el de realizar un mapeo emocional con sus recuerdos y vivencias en relación con las memorias de nuestras “sus lavanderas”, para poder contar aquello que no siempre tiene cuerpo de palabra, que no aparece en los libros de historia, y que difícilmente podría atesorar un museo.
Este proceso culminará en una intervención artística, con la intención de que sirva como homenaje a esas mujeres que han sido cimiento de nuestra cultura tradicional y popular.
Podremos disfrutar de esta obra atemporal hasta el 9 de agosto gracias a Veranos de la Villa en el Instituto de Educación Secundaria San Isidro.