En la calle Pelayo, en pleno barrio de Chueca, se ha celebrado un año más la tradicional Carrera de Tacones, uno de los eventos más esperados del Orgullo LGTBI+ de Madrid.
Engalanados con vestidos y plataformas de hasta 15 centímetros, los participantes han recorrido el tramo de calle que sirve de pista en esta atlética y festiva prueba.
Aclamados por decenas de personas y con un calor sofocante, los corredores han esprintado bajo la inestabilidad de unos tacones que han provocado más de una caída.
Algunos han optado por botas vaqueras que llegaban hasta la rodilla, mientras que otros han preferido unos tacones abiertos de aguja más fina.
La prueba incluía varias eliminatorias que, además de la carrera, incluía un cambio de ropa y pintarse los labios.
El ganador se ha llevado 350 euros; el segundo clasificado, 250; y el tercero, 150.