Antonio Tejero, el teniente coronel de la Guardia Civil que protagonizó el intento de golpe de Estado del 23-F en 1981, continúa en estado crítico. Su imagen pistola en mano en el Congreso se mantiene como uno de los momentos más recordados de la historia reciente de España.
Ángeles Cañizares, abogada de la familia, ha señalado que “dentro de la gravedad ha tenido una mejoría”, atribuyendo esta situación a la difusión errónea de su muerte, que generó preocupación y un torbellino de ataques en redes sociales contra Tejero y su familia. La abogada subraya que han sufrido acoso y comentarios de personas que consideraban que su fallecimiento “tenía que haber sucedido antes”.
En cuanto a la evolución de su salud, Cañizares explica que en las últimas horas “ha notado una leve mejoría”. Sobre la cuestión de si Tejero se arrepiente de su participación en el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, la abogada apunta que “ya lo aclarará él en su momento”, recordando que Tejero siempre ha sido coherente con sus ideas.